Tras presentarse en público el año pasado, Batucada Los Playos volverá a dar el toque diferente al Antroxu, con zurdos y agogós
Y es que mucho tiene que gustar disfrazarse y pasar cinco días de fiesta para estar un año entero de preparativos «sin ayudas de ninguna clase», subraya Pilar Suárez Suárez. De hecho, los únicos ingresos externos que reciben las charangas son los procedentes de los premios del concurso de charangas, «aunque incluso llevando el primer premio, no cubres ni la mitad de los gastos». El resto son aportaciones de los integrantes de las charangas para comprar las telas, los instrumentos musicales o, como en el caso de Los Playos, alquilar un local de ensayo. «Pues por lo visto todos estos esfuerzos sí merecen la pena», insiste la representante de este grupo de amigos del barrio de Cimadevilla.
Por segundo año consecutivo, Los Playos pondrán la nota musical diferente al XXIII Concurso de Charangas, con su ritmo de batuca, en el que los zurdos, los agogós y los tamborines sustituyen a los instrumentos más habituales, como las cajas y los platillos. La actuación del Teatro Jovellanos girará este año en torno a una parodia en la que hablarán sobre todo de la corrupción y del cotilleo, aunque habrá tiempo para cantar «un poco de todo». Esta parodia será también la base del disfraz elegido para el Antroxu 2010, ya que «tiene que ver con las coplas que vamos a cantar en el escenario». Será el culmen de cuatro meses de intenso trabajo después de que empezaran con los ensayos en octubre, aunque el último mes han redoblado sus esfuerzos para llegar a tiempo a la actuación, en la que «se mezclan los nervios y las ganas de demostrar lo que preparamos durante todo el año».
Al tratarse de una batucada, Los Playos también preparan con especial celo el desfile del Antroxu, en el que la presencia de los gijoneses depende en gran medida del tiempo. Precisamente es el lunes de carnaval cuando se suceden las anécdotas entre las charangas, como cuando Los Playos no pudieron pintarse en una cafetería en la que habían quedado porque el dueño se había puesto enfermo repentinamente.
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PUESTO Nº8 CONCURSO CHARANGAS